CALIDEZ: Corresponde a la dimensión interpersonal construida por la relación entre la Clínica y sus usuarios,
evidenciada en su recurso humano y su capacidad profesional traducido en respuestas favorables hacia los usuarios
(terapéuticamente hablando), en su capacidad técnica, tanto como Infraestructura: ambientes confortables y seguros;
la plataforma tecnológica que garantice que el servicio de salud se presta bajo condiciones de seguridad, eficientes y oportunos.
SENTIDO DE PERTENENCIA: Compartir los principios y valores de la institución, implicándonos en su consecución.
SERVICIOS INTEGRALES: Es la cobertura de todas las contingencias que afectan la Salud de nuestros usuarios,
para ello la Clínica contribuirá y aportará para ello según su capacidad técnica y económica,
isponiendo de manera eficiente los recursos necesarios en la atención de los usuarios.
RESPETO POR LA DIGNIDAD HUMANA: La atención debe promover el reconocimiento de las personas como sujetos autónomos de su propia salud, la de su familia y su comunidad.
El respeto de los derechos exige actuar de manera responsable y con transparencia, mucho más en los aspectos relacionados con las decisiones en torno a la propia salud.
SERVICIOS PERSONALIZADOS: Es la orientación fundamental de la Clínica y hace referencia a centrar nuestros servicios
en las necesidades y expectativas del cliente externo tanto desde el punto de vista técnico, como de información y trato.
RESPONSABILIDAD SOCIAL: La atención en salud debe promover y apoyar la participación de la persona, la familia y la
comunidad en torno a la mejora de las condiciones de salud. Igualmente, se debe fortalecer su corresponsabilidad en
el desarrollo, mantenimiento y control de la calidad de los servicios, creando nuevas prácticas de participación y de debate,
de diálogo interpersonal y escucha, y establecimiento de acuerdos e intereses comunes.
CALIDAD: La calidad debe orientar los esfuerzos institucionales hacia la obtención del máximo beneficio para las personas, familia y comunidad,
sin aumentar sus riesgos, mediante la aplicación del conocimiento y tecnología apropiada, tomando en cuenta las expectativas y percepciones de
los usuarios externos e internos, así como las capacidades y limitaciones de recursos de la institución, en concordancia con la dignidad de la
persona y los valores sociales.